Otras tres personas se encuentran gravemente heridas tras el incidente, que ocurrió cuando el convoy de la Misión de la ONU en Mali (Minusma) chocó con un artefacto explosivo improvisado en la zona de Bandiagara, en la región de Mopti.
Este miércoles, el secretario general de la organización, António Guterres, condenó «enérgicamente» el «atroz» ataque y ofreció sus condolencias a las familias de las víctimas.
Guterres instó a las autoridades de Mali a no escatimar esfuerzos para identificar a los responsables y enfrenten la justicia.
Ningún grupo reivindicó la autoría de la explosión, pero se cree que esta responde al «modus operandi» de los grupos radicales presentes en Mali, entre ellos el Grupo de Defensa del Islam y los Musulmanes, aliado de Al Qaeda y la filial local del Estado Islámico. La Minusma, formada por más de 13 mil militares y mil 920 policías, se creo con el fin de contener la violencia en el norte y el centro del país que estalló en 2012 y se extendió tres años después hacia los países vecinos de Níger y Burkina Faso.
Según analistas, actualmente es la misión más peligrosa del mundo de las 12 que mantiene la ONU en regiones en conflicto, con 159 víctimas mortales y 426 heridos desde su fundación, en 2013.
Malí, uno de los países más grandes y pobres de África, lucha contra la crisis que florece a pesar del esfuerzo de nueve años de las fuerzas internacionales para derrotarla.
“Se trata de uno de los peores ataques contra las misiones de paz de la ONU este 2021”, comentó el secretario general.
La noticia de la muerte de los siete enviados de la ONU ocurrió un día después de que Guterres urgió el cese de los conflictos bélicos en el mundo.
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