La decisión se dio a conocer este miércoles durante la clausura de una reunión ministerial sobre el mantenimiento de la paz en el mundo, cita que ocurrió en Seúl, Corea del Sur, y en la que participaron representantes de 72 países y varias organizaciones mundiales.
En el evento, los asistentes se comprometieron a mejorar el rendimiento y el impacto de estas operaciones en todo el mundo, y propusieron ampliar las tecnologías y la capacidad médica adicional de los cascos azules sobre el terreno.
«Las operaciones de la ONU en las zonas de conflicto son una de las herramientas más eficaces para responder a los retos actuales en materia de seguridad», declaró el jefe del Departamento de Operaciones de Paz de las Naciones Unidas (DPO), Jean-Pierre Lacroix.
Agradecemos el apoyo político y las promesas que hemos recibido de los estados miembros. Nuestro personal sigue marcando una diferencia tangible en la vida de millones de personas cada día, comentó.
En el evento de dos días, 36 países se comprometieron a aportar nuevas capacidades militares y policiales, algunas de ellas disponibles para su rápido despliegue.
El país anfitrión, Corea del Sur, se comprometió a donar 16 helicópteros a las 12 misiones de la ONU que actualmente operan en todo el mundo, situadas en Europa, África, Asia y Oriente Medio.
Seúl también se comprometió a ayudar a que las operaciones de mantenimiento de la paz de la ONU sean más ágiles, estén dotadas de tecnología, y mejoren su capacidad médica frente a las amenazas cada vez más complejas en entornos operativos de mayor riesgo.
«Entre todos podemos garantizar que los cascos azules continúen defendiendo la paz y protegiendo a los civiles vulnerables», dijo en la cita el Ministro de Asuntos Exteriores de Corea del Sur, Chung Eui-yong.
La decisión se anunció el mismo día en que sufrieron ataques dos misiones de la ONU, en Mali y en la República Democrática del Congo (RDC).
En Mali, siete cascos azules murieron tras la explosión de un artefacto improvisado en la zona de Bandiagara, en la región de Mopti.
Mientras, en RDC, tres miembros de la Agencia de la ONU para los Refugiados resultaron heridos de gravedad luego de que un grupo de atacantes no identificados abrieron fuego contra un convoy escoltado por las fuerzas de paz de la organización.
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