Según el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA), las tasas de malnutrición infantil aumentan a medida que crece la violencia generada por la crisis electoral desatada en 2020.
Esas agencias indicaron que más de uno de cada tres distritos sanitarios del país se encuentran en alerta por el incremento la desnutrición infantil y lo relacionan con la situación de conflicto persistente en todo el país.
De esas 14 zonas de salud ahora en alerta, seis no poseen recursos o capacidad para responder a las necesidades agudas de los pequeños, destacaron las dos agencias a la vez que señalaron cómo la violencia y la inseguridad exacerban el desplazamiento de la población, lo cual obstaculiza el acceso humanitario.
También –apuntaron- esos éxodos provocan un aumento de los precios de los alimentos y que a todo eso se une el impacto negativo de la pandemia de la Covid-19.
Con todo eso este año se pronostica que al menos 62 mil niños menores de cinco años padecerán de desnutrición aguda severa, para un aumento del 25 por ciento con respecto al 2020, lo cual Unicef considera una situación extremadamente preocupante.
El representante de esa agencia en República Centroafricana, Fran Equiza, puntualizó que: ‘Sin un acceso urgente a la atención que necesitan, los niños con desnutrición grave corren un riesgo inminente de muerte’.
‘Debemos poder llegar de manera segura a todos los niños necesitados lo antes posible, particularmente en las áreas más afectadas por la violencia reciente, donde las familias se han visto obligadas a huir y el acceso a los alimentos es escaso’,
añadió el funcionario.
Por su parte Peter Schaller, director del PMA aquí, expresó que: ‘La situación de la nutrición en (caída) es una consecuencia de la violencia postelectoral reciente y necesita una respuesta inmediata y adecuada para salvar vidas y evitar una catástrofe’ humanitaria.
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