En una exhortación pronunciada tras concluir la Audiencia General semanal, el sumo pontífice se refirió al accidente ocurrido en la ciudad de Cabo Haitiano, el cual dejó un saldo de medio centenar de personas fallecidas.
Pobre Haití, una detrás de la otra, es un pueblo sufrido, dijo Francisco al llamar a la oración por ese país de “gente buena, gente religiosa, pero que está sufriendo mucho”.
El papa manifestó su cercanía respecto a “los habitantes de aquella ciudad y los familiares de las víctimas, como también a los heridos”.
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