Hombres armados irrumpieron anoche en las oficinas del Gobierno de Unidad Nacional y del Ministerio de Defensa, lo cual provocó tensión y la movilización de otras fuerzas.
Ante el temor de enfrentamientos, las autoridades de esa capital suspendieron este jueves las clases y algunas labores de organismos estatales.
El presidente del Consejo Presidencial, Muhammad Al Manfi, solicitó refuerzos para proteger su casa.
Televisoras nacionales reportaron que tanto Al Manfi como miembros de ese organismo fueron trasladados a un lugar seguro.
Poco después, circuló un video en Facebook que muestra a Salah Badi, dirigente de la brigada Al Samoud, de la ciudad de Misurata, amenazar con impedir la celebración de los comicios.
Durante una reunión con otros cabecillas de ese grupo, Badi también criticó la labor de la estadounidense Stephanie Williams, recientemente nombrada por la ONU como su enviada especial en este país.
Hace dos días estallaron enfrentamientos entre militares leales al Gobierno y fuerzas del mariscal Jalifa Haftar, hombre fuerte del este del país, en la suroccidental ciudad de Sabha. Los enfrentamientos comenzaron cuando la milicia pro-Haftar incautó 11 vehículos donados por las autoridades de Trípoli a la Dirección de Seguridad de Sabha.
Esta nación vive una espiral de violencia desde el derrocamiento de Muamar al Gadafi en 2011, luego de una guerra apoyada por miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, entre ellos, Estados Unidos, Francia y el Reino Unido.
Bajo el auspicio de la ONU, 75 delegados libios en representación de diversas facciones y territorios, eligieron en febrero último un Gobierno de transición, encargado de dirigir al país hasta la celebración de los comicios presidenciales, previstos para el 24 de diciembre.
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