Realizado y divulgado por la Universidad de York y Londres, Reino Unido, el estudio confirmó que ellas experimentan más el llamado hogar oculto (cuando existen fuera de la vista en alojamientos temporales, okupas o con amigos y familiares).
Los sistemas de registro y conteo existentes en territorio británico no registran con precisión a todas las mujeres que se encuentran sin hogar, indicaron los autores y expusieron que los adultos solitarios sin hogar tienen tanta posibilidad de ser mujeres como hombres, pero las primeras son menos visibles.
El abuso doméstico y otras formas de violencia de género son prácticas casi universales para las damas necesitadas de hogar, agregaron en el estudio.
Sin embargo, los datos previos a la pandemia de la Covid-19 indicaron que al menos el 14 por ciento de quienes duermen mal en el país son féminas.
El informe, elaborado a partir del proyecto para personas sin hogar nombrado Fulfilling Lives in Islington & Camden, aseguró que si bien la capital resultó el objeto de análisis, la falta de vivienda de las mujeres es un problema nacional.
Los investigadores concluyeron que el sistema actual tiene una forma que pasa por alto la falta de vivienda de las mujeres; la definición no incluye todos los tipos de esta carencia, el recuento se centra en entornos que ellas evitan a menudo, y las evaluaciones precedentes sobremuestrearon a los hombres.
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