La diezmada caravana -que salió hace más de 50 días desde Tapachula hacia la frontera con Estados Unidos- llegó a aglutinar hasta cuatro mil personas, pero la gran mayoría desistió de continuar por lo difícil de la caminata.
Una gran parte de ellos se acogió a ofertas de permisos de trabajo extendidos por el gobierno, y alrededor de 400 persistieron en seguir, pero con la idea de llegar solamente hasta Ciudad de México para negociar con el gobierno.
Su propuesta fue transparencia en el otorgamiento de visas humanitarias y permisos de trabajo como condición para desmantelar la caravana de inmediato a quienes se acojan a ella, y a quienes no, dejarlos seguir la marcha al norte, y al parecer el gobierno se las aceptó.
Este viernes se inició ya un censo de los migrantes a fin de conocer las necesidades y deseos específicos de cada individuo o familia: permanecer en territorio mexicano o sólo transitar con la idea de ir a Estados Unidos.
El diálogo, que se realizó ayer después de ser recibidos en el Palacio Nacional por una funcionaria en representación del presidente, Andrés Manuel López Obrador, duró más de cinco horas en la sede de la Secretaría de Gobernación, y allí se adoptó el acuerdo.
De tal manera, expresó Irineo Mujica, organizador de la caravana, las autoridades federales se comprometieron a otorgar certeza jurídica y traslados a los migrantes que busquen seguir a la frontera norte.
El listado, que dará prioridad a menores, contendrá nombre completo, país de origen y petición expresa de cada miembro del contingente de permanecer en México o transitarlo hacia la frontera con Estados Unidos.
Respecto al otorgamiento de visas humanitarias a quienes se decidan por esa variante, se expedirán de inmediato con especial atención a los casos en los cuales se presuman sean víctimas de delito.
El acuerdo fue avalado, además, por las comisiones Nacional y de Ciudad de México de Derechos Humanos, así como de la oficina en México del Alto Comisionado para las Naciones Unidas.
Según la Casa del Peregrino de la delegación Gustavo A. Madero donde están albergados, la caravana la integran solamente 435 migrantes, 93 de ellos menores de edad, y cinco están hospitalizados: dos niños por desnutrición, dos mujeres embarazadas –una ya dio a luz— y un hombre con lesiones en la pierna.
Las partes acordaron realizar una nueva reunión el 17 de enero de 2022 para dar seguimiento y analizar los avances de los acuerdos, e instalar una mesa permanente de mejora regulatoria de coordinación interinstitucional, la cual dará atención a la situación migratoria del grupo.
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