El pacto, que ya había sido acordado en principio en junio pasado por el primer ministro británico, Boris Johnson, y su homólogo australiano Scott Morrison, fue sellado este viernes en una ceremonia virtual por los titulares de Comercio de ambos países.
Según el comunicado oficial, el nuevo tratado de libre comercio creará nuevas oportunidades de negocios tanto en Reino Unido como en Australia, y permitirá que los jóvenes británicos puedan viajar y trabajar durante tres años en territorio australiano sin necesidad de visas.
Los arquitectos, científicos, investigadores, abogados y contadores del Reino Unido también podrán ejercer sus profesiones sin tener que homologar sus títulos ante las autoridades de la nación austral.
La eliminación de los aranceles sobre las exportaciones facilitará que los importadores australianos puedan bajar los precios de venta de los automóviles británicos y el whisky escocés, entre otros productos, agregó el texto.
El nuevo pacto comercial entre Londres y Canberra representa además un paso de avance en las aspiraciones del Reino Unido post-Brexit de penetrar en la región del Indo-Pacífico a través del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica.
Hoy damos una demostración de todo lo que puede lograr el Reino Unido como una nación comercial ágil, soberana e independiente, aseveró la ministra de Comercio Internacional, Anne-Marie Trevelyan, quien apuntó que el tratado rubricado este viernes es solo el comienzo.
El Reino Unido abandonó la Unión Europea en enero de 2020 como parte del Brexit, y desde entonces se afana en sellar acuerdos bilaterales de libre comercio con las principales economías del mundo.
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