Los diálogos entre ambos jefes de Estado consagraron la apreciación común del nivel de las relaciones y de la asociación ente ambos países y la voluntad común de llevarlas al más alto nivel en todas las esferas y de abrir perspectivas más amplias, según el texto, titulado Declaración de Cartago.
Durante la visita el miércoles y jueves de esta semana del presidente argelino fueron firmados acuerdos que abarcan los sectores de Justicia, Interior, Energía y Minas, Pesca pequeñas, medianas y microempresas, Industria Farmacéutica, Medio Ambiente, Asuntos Religiosos, Educación y Formación Profesional, e Información y Cultura.
Ambos mandatarios “subrayaron la importancia de adoptar una visión ambiciosa para la instauración de un nuevo espacio regional unificador, complementario e integrado fundado en valores, ideales y principios comunes”, señala el texto reproducido por los medios.
El alza de la cooperación entre ambos países del Magreb llega en un momento delicado para la economía tunecina, agobiada por el descenso del turismo, su principal fuente de ingresos en divisas.
En términos políticos, el presidente tunecino enfrenta críticas por la suspensión del parlamento en una sorpresiva decisión adoptada en julio pasado por “la intención de recuperar la paz social y salvar al Estado y la sociedad”, según declaró.
Argelia, por su parte, rompió nexos diplomáticos con Marruecos, otro país del Magreb, tras acusar a sus dirigentes de instigar y apoyar a los pirómanos que en julio pasado devastaron miles de hectáreas de bosques en la región de la Kabilia (norte argelino) .
Asimismo colisiona con la monarquía marroquí por su ocupación del Sahara Occidental, cuya independencia Argel apoya, y favorecer el retorno de Israel a la Unión Africana en condición de observador.
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