“No se puede hablar de ninguna forma de intervención”, dijo el ministro en una entrevista televisiva, sobre el contexto de conversaciones en las que Castillo pidió cooperación y habló sobre la situación de su país, en el contexto del recientemente fracasado intento derechista de vacar (destituir) al mandatario peruano.
A raíz de esa conversación visitó Perú una delegación gubernamental, a tratar sobre la cooperación mexicana en el apoyo a los sectores necesitados de la población.
Tales contactos dieron pie a que políticos de la derecha extrema a especular sobre una supuesta injerencia mexicana.
Al desestimar esas especulaciones, Maúrtua destacó la tradición y la política exterior de no injerencia en asuntos internos de otros países que han caracterizado siempre a México.
“Hay sectores que aún no se convencen del triunfo del presidente Castillo, que es legítimo y legal conductor de la nación ungido por el voto popular”, agregó el canciller.
Hizo además una invocación a que prime la sensatez en el diálogo y en las medidas que promueva el Parlamento, como anhela la población.
Recordó que la confrontación ha precedido en los últimos cinco años a dos vacancias presidenciales (una por renuncia) y a la disolución del Congreso y aseguró que esas situaciones no van a suceder bajo el gobierno de Castillo.
Maúrtua añadió que en Perú habrá bajo la actual administración lo que llamó cambios constructivos en beneficio de sectores postergados por décadas y, sobre la conflictividad política, admitió que estará latente porque grupos de oposición ocupan un porcentaje significativo del Congreso.
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