Frente a los desafíos de la infección por coronavirus, a las restricciones requeridas y forzadas en este sentido, tanto en la economía como en el ámbito social, Rusia resultó estar más movilizada y preparada para esas conmociones que muchas otras economías desarrolladas, declaró el mandatario en su rueda de prensa anual en la sala Manezh, de esta capital.
Destacó que la nación euroasiática está entre las cinco o 10 primeras economías del planeta y mencionó que la tasa de decrecimiento fue del 3,0 por ciento, mucho más baja que en muchas de las principales economías del mundo.
Subrayó que Rusia se recuperó de las consecuencias de la enfermedad mucho más rápido que otros países.
El jefe de Estado indicó que las reservas internacionales del país aumentaron y su volumen es de 625 mil 500 millones de dólares, mientras el Fondo de Bienestar Nacional creció también hasta los 185 mil 200 millones de dólares. La situación macroeconómica en Rusia es estable y buena, dijo.
Agregó que la tasa de desempleo cayó por debajo de los niveles prepandémicos hasta 4,3 por ciento, pero podría aumentar hasta el 4,4 por ciento al cierre del año.
Consideró que ese es un muy buen indicador del trabajo de la economía en su conjunto, aunque reconoció que hay ciertas complejidades y dificultades relacionadas con el mercado laboral.
Putin informó que el aumento de los ingresos reales de los rusos este año será aproximadamente del 3,5 por ciento y resaltó que el salario mensual promedio comenzó a subir en términos reales.
Los resultados del trabajo que realizaron el Gobierno y el Banco de Rusia a fines del año en curso merecen una evaluación satisfactoria, afirmó.
Según explicó la víspera el portavoz presidencial, Dmitri Peskov, la situación epidemiológica relativamente tranquila le permitió al presidente comparecer ante un público de unos 500 periodistas nacionales, regionales y extranjeros, entre los más de mil que suelen ser invitados.
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