El 2022 comenzará con la variante Ómicron (del coronavirus SARS-CoV-2) en la mente de todos, pero mientras su impacto económico es aun incierto, el año venidero será el de apretarse el cinturón, aseveró el director ejecutivo del tanque pensante londinense, Torsten Bell.
Según la entidad independiente, los hogares británicos tendrán que pagar alrededor de 600 libras esterlinas (unos 800 dólares) más a partir de abril próximo por el consumo de electricidad y gas, mientras que el anunciado aumento del impuesto sobre las contribuciones a la Seguridad Social les hará perder una cantidad similar.
La inflación, que se prevé alcance el 6,0 por ciento para la primavera, también hará que cualquier subida de los salarios resulte fútil, agregó la entidad en un informe divulgado este miércoles.
De acuerdo con Bell, el aumento del costo de la vida será tan catastrófico que al Gobierno le será muy difícil ignorar los llamados a que intervenga para suavizar el impacto sobre las familias británicas.
Tras la publicación del estudio, el diputado laborista Jonathan Ashworth, ministro de Trabajo y Pensiones en el llamado gabinete a la sombra (opositor), aseguró que 11 años de mandato conservador convirtieron al Reino Unido en una economía de bajo crecimiento y altos impuestos.
Como muestra este informe del tanque pensante, la gente tendrá que pagar cientos de libras esterlinas adicionales en electricidad y gas, y (el primer ministro) Boris Johnson no aparece por ninguna parte, declaró el parlamentario a la cadena Sky News.
El Gobierno alegó, por su parte, que dispone de un fondo por valor de cinco mil 600 millones de dólares para ayudar a las familias británicas.
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