De acuerdo con el directivo, las cifras obligaron a los organismos financieros multilaterales y analistas de riesgo a corregir las proyecciones iniciales y apreció este periodo como el año de la recuperación financiera en la nación centroamericana.
Según Reyes, el impacto de la pandemia Covid-19 generó consecuencias negativas en los principales indicadores económicos, la sanidad pública, la producción y la generación de empleos, si bien apreció la efectiva respuesta de las políticas sociales y la emergencia de nuevos negocios.
Gracias a ello, apuntó el presidente del BCN, otras variables como el sector primario, exportaciones, consumo e inversión experimentaron una reparación agregada y expansión y las cifras reportan un aumento de la actividad en el tercer trimestre cercana al cuatro por ciento.
Las esferas de mayor crecimiento acumulado son la formación bruta de capital, la inversión fija privada y la fija pública, las importaciones, la venta comercial foránea y el consumo en los hogares y en las instituciones del gobierno encabezado por el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).
Como consecuencia de ese mejor desempeño económico, disminuyó la tasa de desempleo hasta poco más de cuatro por ciento y mejoró en el mes de noviembre el empleo formal, medido por la afiliación al Instituto Nicaragüense de Seguridad Social con el registro de 774 mil 404 personas.
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