Pasaron volando estos últimos 12 meses, cuando en una desbordada Plaza de los dos Congresos, pasada la madrugada y con 35 grados de calor, estalló la marea verde.
Sonrisas, llanto, un cúmulo de emociones afloraron cuando en pantallas gigantes instaladas en las calles, las argentinas supieron que el aborto legal, seguro y gratuito, pasó con éxito por el Congreso y se convirtió en la ley 27.610.
A un año de aquella histórica jornada, hay mucho por hacer aún, desde el freno en algunos tribunales, el patriarcado latente, los prejuicios, médicos que se niegan a practicar los abortos y otros múltiples obstáculos.
Al cierre del mes pasado, los datos oficiales precisaban que se han hecho hasta el momento 32 mil interrupciones de embarazos en el sistema público desde la entrada en vigencia de la ley, pero hoy es palpable también las grandes brechas entre las provincias respecto a este tema.
Este jueves la Campaña por el aborto legal, seguro y gratuito, esa que con su fuerza salió a las calles a reclamar por la ley, volverá a convocar a cientos de mujeres en las plazas del país en un «pañuelazo federal», por la plena implementación de la normativa.
«Desde Jujuy a Tierra del Fuego nos movilizamos por el aniversario de nuestra conquista feminista. Tras años de lucha logramos convertir el derecho al aborto en ley pero hoy seguimos en campaña por su efectivo cumplimiento, por educación sexual integral, por acceso a la anticoncepción, por la libertad de las presas por abortos y eventos obstétricos, señalaron desde ese movimiento.
También en las calles reclamarán por el sobreseimiento de Miranda Ruiz, una doctora que fue imputada en la provincia de Salta por haber practicado una interrupción legal de embarazo en el hospital Juan Domingo Perón de Tartagal.
«Nuestros pañuelos verdes siguen en alto. En cada ciudad del país abrazamos nuestra historia, la ley que escribimos juntas y la organización feminista que nos permite seguir avanzando en la garantía de nuestros derechos. Este 30 de diciembre acércate a la convocatoria más cercana», convocó la Campaña.
Hoy será también una jornada de lucha por atención de calidad, escucha activa, trato digno, abortos seguros, atención posaborto y el acceso pleno a la educación sexual integral y a los anticonceptivos.
Si bien aún hay muchos retos, desde el Gobierno señalan que las políticas sanitarias para garantizar la interrupción del embarazo se encuentran entre los avances más significativos en salud sexual y (no) reproductiva. Se editaron tres protocolos nacionales sobre cómo proceder en la atención de este proceso en los casos de violación y en la atención posaborto.
Además, se desarrolló en las instituciones de salud, una línea de formación en abusos sexuales y embarazos forzados en niñas y adolescentes menores de 15 años.
Al referirse a este tema en días recientes, la ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, explicó que existen mil 243 hospitales y centros de salud de todo el país que garantizan la interrupción de la gestación, lo que implica una implicación de un 30 por ciento en el último año. También está activa una línea telefónica para el asesoramiento.
Muchos son los desafíos aún, pero lo cierto es que Argentina marcó un antes y un después con esta ley histórica e hizo crujir a otros países cercanos que hoy se aproximan a dar este gran paso como la hermana Chile.
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