Según difundió la agencia de noticias Télam mensajes y audio extraídos de los celulares de ambos señalan que estaban al tanto de la cardiopatía que padecía el exfutbolista, cuya autopsia determinó que murió por un edema agudo de pulmón secundario, una insuficiencia cardíaca crónica reagudizada y, además, descubrieron en su corazón una miocardiopatía dilatada.
Los documentos fueron transcriptos en el expediente por la investigación para saber si hubo mala praxis que condujeran a la muerte de Maradona y son analizados por un equipo coordinado por el fiscal general de la localidad bonaerense de San Isidro, John Broyad. De acuerdo con la fuente, una de las conversaciones sucedió el 2 de septiembre del año pasado, dos meses y medio antes de la muerte del ‘Pibe de Oro’, y su interlocutor es un médico de la clínica Ipensa, de La Plata, donde Luque quería hacerle un chequeo y minimiza la situación cardiológica de su paciente.
‘Tengo idea de que tuvo una cardiopatía y lo que no sé es si tiene algún estudio reciente’, le advierte el médico de Ipensa a Luque en tanto el neurocirujano, muy amigo de Maradona, le contesta que a Maradona la vez pasada le hicieron un ecodoppler, un doppler, un ecocardio, y también de vasos del cuello, electrocardiograma y los cardiólogos de la clínica de Olivos dijeron que estaba todo bien.
El médico de la clínica le insiste con los estudios más profundos, pero Luque rechaza el ofrecimiento.
La semana última cientos de argentinos se lanzaron a las calles para pedir justicia por Maradona, quien se recuperaba de una operación en el cráneo por un hematoma subdural cuando murió el 25 de noviembre del año pasado. Aún quedan muchas interrogantes tras su muerte, como por ejemplo, por qué murió solo o si estaba bien medicado.
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