Al celebrarse este martes el Día Mundial del Braille, el alto representante de Naciones Unidas expresó que no hay un sustituto para la capacidad de leer y subrayó cómo ese sistema ayuda a las personas con discapacidades visuales a adentrarse en el mundo de las letras.
Esto nunca ha sido más cierto que en los tiempos de aislamiento provocados por la Covid-19, escribió en su cuenta oficial en Twitter.
Diversas agencias de la ONU detallaron cómo promueven una respuesta a la crisis sanitaria que incluya a las personas con discapacidad y entre otras medidas, difunden información en Braille.
Por ejemplo, en Malawi, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo produjo más de cuatro mil materiales en ese formato con un contenido sobre concientización y prevención ante la Covid-19.
En Etiopía, el equipo de la ONU difundió información de audio y materiales educativos y de comunicación a los profesionales de los medios, y desarrolló versiones en Braille de los mensajes educativos.
También el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia elaboró notas de orientación en varios idiomas y formatos accesibles, incluidas versiones en Braille.
En 2019, la Asamblea General de la ONU proclamó el 4 de enero como el Día Mundial del Braille para crear conciencia sobre el papel que tiene ese sistema en la plena realización de los derechos humanos y las libertades fundamentales de las personas ciegas y con deficiencias visuales.
De hecho, el artículo 2 de la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad señala que el Braille es esencial en el contexto de la educación, la libertad de expresión y opinión, así como la inclusión social.
El sistema inventado por el francés Louis Braille hace casi 200 años resulta un lenguaje táctil utilizado por personas con discapacidades visuales. Las combinaciones de puntos en relieve representan cada letra y número, e incluso símbolos musicales, matemáticos y científicos.
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