La decisión del Consejo de Seguridad Colectiva de la OTSC (Armenia, Belarús, Kirguistán, Rusia y Tayikistán) fue aprobada para su implementación por un período de tiempo limitado, con el objetivo de ayudar a las autoridades kazajas a estabilizar y normalizar la situación en el país, indicó el comunicado.
Agregó que los militares de las Fuerzas Aerotransportadas de Rusia se unieron a las tropas colectivas de mantenimiento de la paz de la OTSC y están siendo trasladadas hacia el territorio de esa nación centroasiática.
Según el texto, unidades de Rusia, Belarús, Armenia, Tayikistán y Kirguistán forman parte de las fuerzas de mantenimiento de la paz de la OTSC.
Las principales tareas serán proteger importantes instalaciones estatales y militares, y ayudar a las fuerzas del orden público de Kazajstán a estabilizar la situación y devolverla al ámbito legal”, señaló el ente.
Ayer, el presidente de Kazajstán, Kasym-Zhomart Tokáyev, informó que pidió ayuda a los jefes de Estado de los países miembros de la OTSC para hacer frente a la amenaza terrorista.
En una reunión con la dirigencia de la nación transmitida por el canal de televisión nacional Khabar 24, el mandatario manifestó que el país sufre un ataque contra la integridad del país y sus ciudadanos que solicitan ayuda urgente.
Tokáyev calificó de apropiado y oportuno el llamamiento a los socios de la OTSC. “Creo que el pueblo de Kazajstán apoyará esta decisión. Juntos venceremos”, señaló.
Las manifestaciones en Kazajstán comenzaron el 2 de enero en las ciudades de Zhanaozen y Aktau, al suroeste del país, donde los residentes protestaron contra los altos precios del gas natural licuado.
Dos días después, se produjeron disturbios y enfrentamientos con la Policía en Almaty (sureste) y otras ciudades kazajas, en las que se registran muertes, heridos, además de cuantiosos daños a edificios públicos, empresas y numerosas acciones de vandalismo.
El mandatario kazajo decretó el estado de emergencia durante dos semanas en todo el territorio del país y destituyó al Gobierno.
Tokáyev se puso al frente del Consejo de Seguridad Nacional y en su última reunión tachó de terroristas a los implicados en los enfrentamientos, a la vez que prometió medidas severas contra los culpables.
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