Se trata de Wilguens Louissaint y Amady John Wesley, mientras un tercero pudo huir en medio de los disparos, informó la prensa local.
Los hechos ocurren mientras el país enfrenta una marcada ola de violencia y las bandas armadas tienen cada vez más control del territorio nacional, en especial de Puerto Príncipe.
El Centro de Análisis e Investigación en Derechos Humanos reveló que los grupos armados controlan casi el 60 por ciento del país, mientras la Policía cada vez con menos recursos se muestra impotente ante el crecimiento de las pandillas.
En los últimos discursos, el primer ministro Ariel Henry solicitó a la comunidad internacional asistencia para dotar a las fuerzas públicas de equipamiento para hacer frente a las bandas, cuya influencia creció en los últimos tres años, coincidiendo con la salida del país de la Misión de Naciones Unidas para la Estabilidad.
En este contexto hostil, muchas veces los periodistas son víctimas, y los casos como tantos otros continúan sin resolverse.
En 2018, el fotorreportero Vladjimir Legagneur viajó a Martissant en la salida sur de Puerto Príncipe para realizar un reportaje y nunca regresó. La investigación se estancó meses después y la Policía no volvió a mencionar el archivo.
Al año siguiente, en 2019, al menos otros dos murieron durante la convulsa crisis política que vivió el país, mientras otros colegas fueron agredidos o recibieron amenazas de muerte.
En fecha más reciente, el periodista Diego Charles fue baleado en junio en un tiroteo en el que falleció una veintena de personas, sin que las autoridades puedan dar información sobre la tragedia.
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