Bukhari consideró demasiado profundas las relaciones bilaterales para que por ese motivo sean afectadas, aunque Riad inició la discordia con un ataque directo a Hizbulah libanesa al considerarlo una organización terrorista.
Los comentarios del diplomático acontecen dos días después que el primer ministro libanés, Najib Mikati, estimó de desacertadas las críticas emitidas al reino por la Resistencia islámica y de no representar la postura oficial.
En todo caso, Arabia Saudita retiró a su jefe de legación, en respuesta a declaraciones del exministro de Información George Kordahi, quien opinó que los rebeldes hutíes enfrentan una agresión de una alianza militar liderada por Riad.
También suspendió todas las importaciones libanesas como resultado de lo cual se agudizaron las penurias de la nación con costas al mar Mediterráneo oriental que atraviesa la peor crisis económica en décadas.
Bukhari recabó del Gobierno libanés poner fin a las actividades de Hizbulah que en su opinión afectan al reino y a los países del golfo Pérsico, refirió el sitio Al Arabiya.
“Compartimos con la comunidad internacional la responsabilidad de mantener la estabilidad y la soberanía de Líbano”, aseguró.
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