El 2022 no puede ser otro año de educación interrumpida y no se deben escatimar esfuerzos para que la educación de los niños vuelva a encarrilarse, expresó el máximo representante de Naciones Unidas por medio de su cuenta oficial en Twitter.
A inicios de este año, la directora ejecutiva del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Henrietta Fore, convocó a hacer todo lo posible para mantener en funcionamiento los centros de enseñanzas.
De ello depende el futuro de toda una generación, la educación es esencial para todos los niños, recalcó.
Reportes de Unicef y de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) indican que en 2021 más de 156 millones de estudiantes en todo el mundo estuvieron afectados por el cierre de escuelas primarias y secundarias debido a la pandemia.
“En muchos casos, las escuelas se cerraron mientras que los bares y restaurantes permanecieron abiertos”, advirtieron esas agencias en un informe conjunto publicado el año anterior.
Asimismo, añade el texto, los centros escolares deberían ser los últimos en cerrar y los primeros en reabrir.
La reapertura y las clases presenciales no pueden esperar a que los casos de Covid-19 bajen a cero ni a que los profesores y alumnos estén vacunados, hace falta evitar “una catástrofe generacional”, apunta el reporte.
Unicef y Unesco llamaron en reiteradas ocasiones a priorizar las clases presenciales pues muchos menores de edad no tienen la posibilidad de seguir una enseñanza remota en línea.
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