El presidente del Senado, Joseph Lambert, defendió que juró en el 2017 por lo cual el periodo concluirá en enero de 2023, y subrayó que el pueblo fue quien eligió a sus representantes en cada departamento.
“Es el pueblo haitiano con su papeleta en la mano el que soberanamente cumple con su deber ciudadano de elegir a las personas que se quieren en cada departamento”, dijo el legislador que ve como una campaña mediática “para instaurar un proyecto dictatorial”, las estimaciones de sectores políticos para los cuales los senadores deben abandonar sus puestos.
Estos últimos también cuestionan que, en los dos años anteriores, luego que el presidente asesinado Jovenel Moïse decretó la caducidad del Parlamento, los 10 senadores en activo no pudieron cumplir con sus misiones por la falta de cuórum en la Asamblea Nacional.
No obstante, Lambert ripostó que su mandato no es “regalado” por el presidente de la República, “y mucho menos por un primer ministro”.
El parlamentario llamó a la unión y el diálogo entre las diversas fuerzas del país, mientras alentó a las autoridades a realizar elecciones este año para que la nación pueda recobrar la legitimidad.
“Tenemos que trabajar juntos”, señaló Lambert y reiteró la necesidad de alcanzar un acuerdo nacional, en momentos en que Gobierno y sociedad civil no logran alcanzar un consenso, seis meses después del asesinato del presidente Jovenel Moïse.
Aún el Ejecutivo liderado por el primer ministro Ariel Henry, no adoptó una postura formal sobre el mandato de los legisladores, aunque medios de prensa indican que firmarán un memorándum de entendimiento para que los parlamentarios permanezcan en el cargo.
Los 10 senadores son actualmente los únicos cargos electos de la nación caribeña, y Henry anunció sufragios para este año, pero sin establecer una fecha concreta, mientras la creciente inseguridad y el poderío de las bandas hacen dudar de los comicios.
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