John Wesley y Wilguens Louissaint, quienes trabajaban para varios medios en línea, fueron ultimados el jueves pasado en Laboule 12, un barrio acomodado del suroeste de Puerto Príncipe, y actualmente el único acceso a la zona meridional del país.
“Estos asesinatos ilustran los riesgos que corren a diario los periodistas haitianos para ejercer su profesión con total independencia e informar tanto a la población del país como a la comunidad internacional de los abusos que cometen las bandas armadas, en particular en el área metropolitana de Puerto Príncipe”, escribió la ONU en un comunicado.
También reiteró que el trabajo de los periodistas es fundamental para garantizar el derecho a la libertad de expresión y de información, y exhortó a las autoridades a poner fin a los crímenes cometidos contra los comunicadores, así como llevar a los responsables ante la justicia.
Desde 2018 al menos seis periodistas fueron asesinados en Haití, y hasta la fecha las autoridades no ofrecieron detalles de la investigación, mientras los responsables continúan libres.
Todo ello cuando el país experimenta un auge de la violencia, y los grupos armados controlan zonas estratégicas, bloquean las vías de acceso a la capital o interrumpen la distribución del combustible.
La estatal Oficina de Protección del Ciudadano condenó el crimen y señaló que no proteger a los periodistas constituye un obstáculo a la libertad de prensa, la democracia, y el respeto a los derechos humanos.
Por su parte, la Asociación de Medios Nacionales alertó que los sucesos amenazan el derecho a la libre información y circulación de personas, y exigió a las autoridades una investigación seria sobre este caso, además de alentarlos a restablecer el clima de paz.
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