Según un reporte de la entidad estatal, es la primera vez en los últimos seis años que la inflación supera el techo establecido por el Banco Central de Brasil (3,75 por ciento) para 2021.
Ello con un margen de tolerancia de 1,5 puntos, es decir, entre 2,25 y 5,25 por ciento, luego de que los precios aumentaron un 4,52 por ciento en 2020.
Los principales aumentos de precios en 2021 se registraron en transporte (21,03 por ciento), vivienda (13,05), alimentos y bebidas (7,94), que de conjunto contribuyeron con cerca del 79 por ciento de la inflación en el gigante sudamericano.
De acuerdo con el IBGE, el precio del transporte se vio afectado esencialmente por el aumento en los combustibles, pues en ese periodo el etanol acumuló un incremento del 62,23 por ciento y la gasolina del 47,49 por ciento.
La constante elevación de los precios en los últimos meses ocasionó que el Banco Central subiera en diciembre la tasa de interés de referencia a 9,25 por ciento anual, el mayor nivel en cuatro años.
El ente financiero tiene marcada para 2022 una meta de inflación del 3,5 por ciento, con un margen de tolerancia de 1,5 puntos, mientras que el mercado financiero proyecta que el indicador será de un 5,03 por ciento al cierre del año.
El jefe del Banco Central, Roberto Campos, dijo hoy que tomaron las medidas necesarias para garantizar que se cumplan los objetivos de inflación para 2022, 2023 y 2024, y reafirmó que es apropiado avanzar significativamente en el proceso de endurecimiento monetario hacia territorio restrictivo.
En una carta abierta para justificar la inflación anual registrada en 2021 Campos refirió que el índice se vio afectado por los precios más altos de las materias primas, un aumento en los precios de la energía, desequilibrios entre la demanda y la oferta de insumos y cuellos de botella en las cadenas de suministros.
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