Durante una reunión con miembros del Gobierno por videoconferencia, el mandatario señaló que las extensas vacaciones de Año Nuevo posibilitaron una comunicación mucho más intensa entre las personas, “y eso no puede sino afectar la situación epidemiológica en el país”.
Recordó que en estos momentos el tema de la lucha contra el coronavirus sigue siendo importante, no solo en Rusia, sino en todo el mundo, indicó el sitio oficial en Internet de la presidencia.
Tras conocer el informe presentado por la vice primera ministra rusa Tatiana Gólikova sobre la situación epidemiológica del país, el jefe de Estado consideró que Rusia tiene unas dos semanas para prepararse ante una nueva oleada de la pandemia en todas las regiones.
“Es necesario movilizar a las instituciones de todo tipo, tanto las federales como las regionales, locales y sectoriales. Tenemos que trabajar con todos y estar preparados para el posible nuevo golpe de este virus”, subrayó.
El presidente pidió un aumento del volumen de pruebas de coronavirus en el país, así como la continuación y expansión de la campaña de vacunación.
En tal sentido, dio instrucciones al primer ministro, Mijaíl Mishustin, para que de inmediato se tomen medidas de enfrentamiento al rebrote de la enfermedad en todas las regiones del país. A la vez, llamó a preparar la red hospitalaria y la industria farmacéutica.
Durante el intercambio, Gólikova informó que Rusia ya detectó 698 casos de infección por la cepa Ómicron del coronavirus SARS-CoV-2, la mayoría en la región de Moscú.
Explicó que el análisis de las estadísticas sobre su propagación en el extranjero, así como las tendencias emergentes de su detección en las afueras de esta capital y en otros territorios del país, confirman que Ómicron posee una contagiosidad bastante elevada.
La vice primera ministra alertó sobre la probabilidad de que la región de Moscú reciba el primer golpe de la propagación de la nueva variante del coronavirus, por lo que las tasas de incidencia podrían multiplicarse.
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