El ente emisor rectificó al alza ese resultado, pues los cálculos anteriores ubicaban la caída del Producto Interno Bruto (PIB) en 6,0 por ciento, pero aun así es el reporte más bajo desde 1982 cuando la economía se desplomó 11 por ciento en medio de una las peores crisis de la historia de Chile.
Los resultados del pasado año se debieron a los efectos de la pandemia de la Covid-19, que afectó el normal funcionamiento de todo el aparato productivo, sobre todo durante el segundo y tercer trimestres, cuando las cifras negativas fueron del 14,2 y nueve por ciento, respectivamente, indico el BC.
Añadió el informe que los sectores más afectados por la crisis sanitaria fueron la construcción y los servicios, y en estos últimos en especial el transporte, la gastronomía y la hotelería.
El BC puntualizó que la lenta recuperación a partir del cuarto trimestre se debió al levantamiento gradual de los controles sanitarios, medidas económicas de apoyo a los ingresos de los hogares y el retiro de considerables sumas por la población de sus ahorros de pensiones.
Esto último permitió un incremento del consumo de las familias y, en consecuencia, una recuperación de la actividad comercial.
Según los datos del Banco Central, las únicas actividades que crecieron fueron administración pública, minería, servicios financieros y comunicaciones, mientras que el resto retrocedió, en gran medida a causa de la crisis sanitaria.
El consumo de los hogares disminuyó 7,5 por ciento en comparación con el año precedente y las inversiones (formación de capital fijo) cayeron 11,5 por la paralización de las construcciones de todo tipo y también, aunque en menor medida, por la disminución en la compra de maquinarias y equipos.
Respecto del comercio exterior los efectos más negativos se apreciaron en las importaciones, que cayeron afectadas por menores adquisiciones de maquinaria industrial, camiones y automóviles y y la paralización del turismo y el transporte, señaló el BC.
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