El enviado del gobierno talibán a la ONU, Suhail Shaheen, dijo en la red social Twitter que el llamamiento de la ONU para poner en marcha el sistema bancario de Afganistán reflejó la realidad del terreno, pues las temperaturas gélidas y los activos congelados son una combinación letal para el pueblo.
«Agradezco la declaración del Secretario General llamando la atención sobre la situación del pueblo afgano en este duro invierno», acotó Shaheen.
Las normas y condiciones que impiden que el dinero se utilice para salvar vidas deben suspenderse en esta situación de emergencia, agregó.
Guterres instó a la comunidad internacional a financiar el llamado humanitario de la ONU de cinco mil millones de dólares para el pueblo de Afganistán.
Advirtió que millones de afganos están al borde de la muerte y pidió liberar los activos congelados del país y poner en marcha su sistema bancario para evitar el colapso económico y social.
Según la ONU, alrededor de 8,7 millones de afganos están al borde de la inanición y es fundamental inyectar rápidamente liquidez en la economía para evitar un descalabro.
Afganistán está en una crisis económica pues Estados Unidos congeló alrededor de nueve mil 400 millones de dólares de los activos del banco central.
La posición estadounidense empeoró la situación afgana y los precios de los alimentos y del combustible se duplicaron en momentos en que cientos de miles de personas se quedaron sin trabajo y las actividades financieras disminuyeron drásticamente.
También, el Banco Mundial bloqueó las cuentas de los proyectos que se desarrollan en el país y el Fondo Monetario Internacional cortó el acceso a recursos, incluidos 440 millones de dólares en nuevas reservas monetarias.
La suspensión de la ayuda financiera supone un duro golpe para una economía dependiente en gran medida de la ayuda exterior, que enfrenta el aumento del precio de los alimentos.
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