Las autoridades de Niamey confirmaron el lunes que un grupo no identificado asesinó a 58 personas, entre ellas a seis niños, que volvían de su actividad comercial dominical en Banibangou y se dirigían a los poblados de Chinégodar y Darey-Daye.
Según el portavoz de Guterres, Stéphane Dujarric, el secretario general instó a las autoridades nigerinas a no escatimar esfuerzos para llevar ante la justicia a los autores de esa masacre.
Guterres reiteró el compromiso de la ONU para apoyar al país africano en sus esfuerzos por ‘combatir y prevenir el terrorismo y extremismo violento, promover la cohesión social y lograr el desarrollo sostenible’.
Por su parte, el jefe de la Oficina de Naciones Unidas para África Occidental y el Sahel (Unowas), Mohamen Ibn Chambas, condenó al ataque perpetrado cerca de la frontera con Mali y llamó a las instituciones nigerinas a tomar las ‘medidas necesarias’ para llevar ante la ley a los ejecutores de este ‘despreciable’ acto.
Chambas se solidarizó con el pueblo y el Gobierno de Níger, así como agradeció el apoyo de Naciones Unidas a ese país y demás territorios de la región africana del Sahel ‘en sus esfuerzos por prevenir y combatir el terrorismo y el extremismo violento’.
El Sahel, y en particular la zona fronteriza entre Mali, Burkina Faso y el oeste de Níger, registra un grave deterioro de la seguridad por las agresiones de los grupos terroristas como Al Qaeda y el Estado Islámico.
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