El Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), en su último informe señala que al cierre de 2021 para la adquisición de la canasta agroalimentaria un mexicano necesitaba desembolsar en promedio dos mil 549 pesos (125 dólares), mientras un año antes lo hacía con dos mil 207 pesos (110 dólares).
Dicha cantidad, para una familia de la parte más baja de la pirámide, es decir, que percibe el salario mínimo, representa dos días más de trabajo, pues con el aumento de este año, el minisalario en México es de 172.87 pesos diarios (8,65 dólares).
Esa misma familia ve mermado su ingreso mensual de poco más de cinco mil pesos (100 dólares), pues la mitad lo debe destinar a la compra de agroalimentos indispensables como tortillas, huevos, frijoles, leche, carne de pollo, cerdo o res, arroz, sal, azúcar, pan, frutas y sopas. Ya con la mitad de su ingreso comprometido, aún debe realizar gastos indispensables como el pago de la renta, gas, luz y educación de los hijos, entre otros.
Según Juan Carlos Anaya, presidente del GCMA, los altos niveles que registran los precios generales, pero sobre todo los de la canasta básica de agroalimentos, son la muestra más clara de que la inflación es el mayor impuesto que está pagando la gente de menores recursos en México.
Agregó que el encarecimiento de 15 por ciento que muestra la canasta agroalimentaria en el último año es consecuencia del alza desproporcionada de productos como el tomate, ajíes, limón, aguacate y otros muchos más incluido el maíz. A lo anterior se suman alimentos de mayor consumo como la carne de res, de cerdo, la tortilla, frijoles, arroz.
Cuauhtémoc Rivera, presidente de la Asociación Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec), explicó que el encarecimiento de los alimentos ha sido más fuerte debido a la escasez por la parálisis en que han caído distintas cadenas de producción, como la de cárnicos, productos agrícolas y avícolas entre otras.
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