En un reporte ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, la alta representante pidió a la comunidad internacional permanecer unida en el apoyo a ese proceso electoral que fue pospuesto el mes pasado.
Muchos libios consideran que el camino para lograr estabilidad y unidad en el país es a través de las urnas, no de las armas, subrayó DiCarlo y convocó a respaldar estas aspiraciones.
Según destacó, resulta fundamental tener unidad internacional en el apoyo a las elecciones en Libia e insistió en que urge mantener el diálogo continuo entre los actores políticos, económicos y de seguridad.
La alta representante de la ONU expresó gran preocupación por la situación de los derechos humanos en esa nación del norte de África y se refirió a «incidentes documentados de violencia relacionada con las elecciones y ataques basados en la afiliación política».
Todos estos aparecen como obstáculos hacia un entorno propicio para una vida libre, justa, pacífica y pacífica, y unas elecciones creíbles, indicó DiCarlo.
El mes pasado, la diplomática estadounidense Stephanie Williams fue nombrada asesora especial del secretario general de la ONU para Libia.
Hasta la fecha, ella ha realizado amplias consultas con diferentes actores locales como miembros del Gobierno de Unidad Nacional, la Alta Comisión Nacional Electoral, la Cámara de Representantes y candidatos a las elecciones presidenciales y parlamentarias.
Williams señaló que el enfoque del proceso político debe permanecer en la celebración de “elecciones nacionales libres, justas, inclusivas y creíbles” en el plazo más breve posible.
La Alta Comisión Nacional Electoral de Libia anunció en diciembre pasado que no podría cumplirse con la fecha del 24 de diciembre, fijada inicialmente para los comicios.
Esto debido a obstáculos relacionados con las deficiencias en la legislación electoral y el proceso de impugnaciones y recursos relacionados con la elegibilidad de candidatos.
Desde 2011, el caos y las confrontaciones predominan en Libia, donde una intervención militar de la OTAN propició el derrocamiento y asesinato de Muamar Gadafi.
Actualmente, en esa nación petrolera siguen las pugnas por el poder y el accionar de milicias y agrupaciones terroristas, en tanto aumenta la criminalidad y el tráfico de personas y armas.
msm/ifb