Por medio de un comunicado difundido por la oficina de su portavoz, el máximo representante de Naciones Unidas mostró inquietud por la seguridad del mandatario.
También manifestó alarma ante el empeoramiento de la situación de seguridad tras el golpe de Estado del 23 de enero por parte de sectores militares de Burkina Faso y condenó enérgicamente cualquier intento de apoderarse de un gobierno por la fuerza de las armas.
Naciones Unidas sigue con gran preocupación la situación en ese territorio y hace un llamado los golpistas a que depongan las armas y aseguren la protección y la integridad física del presidente y de las instituciones democráticas, subrayó el secretario general.
Asimismo, pidió a todos los actores actuar con moderación y optar por el diálogo como la mejor vía para solucionar los actuales problemas.
Por su parte, indicó, la ONU reitera su pleno compromiso con la preservación del orden constitucional y reafirma su apoyo al pueblo de Burkina Faso en sus esfuerzos por encontrar soluciones a los múltiples desafíos que enfrenta ese país africano.
Este lunes, Kaboré, resultó retenido por militares en un campamento de uniformados en Ouagadougou, tras amotinamientos de soldados en cuarteles, según informó la prensa local.
Luego del apresamiento del mandatario, quien se presume se encuentra en la instalación del Ejército Sangoulé Lamizana, hombres armados se posicionaron frente a instancias gubernamentales y a la sede de la televisión nacional.
De acuerdo con el sitio Web Burkina 24, en la madrugada del 23 al 24 de enero se escucharon disparos en un campamento cercano a la residencia del presidente, en tanto en los alrededores del inmueble fueron encontrados tres vehículos abandonados con impactos de bala.
En medio de manifestaciones populares, ocurridas la víspera, militares expresaron sus inconformidades dentro de los cuarteles al exigir que dimitan de sus cargos máximos representantes del Ejército y que se empleen diversos medios para contener la violencia desatada en este país desde 2015 por grupos radicales islamistas.
Poco antes de su arresto, en lo que se presume sea un golpe de estado, Kaboré decretó un toque de queda vigente hasta este lunes en Burkina Faso, en tanto la Comunidad de Estados de África Occidental realizó un llamamiento a mantener la calma en el territorio.
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