“Vamos a hacer que cumpla sus responsabilidades penales, civiles y administrativas, porque de eso se trata”, aseveró en un encuentro de agrupaciones afectadas por el derrame de seis mil barriles de crudo que era suministrado desde alta mar por un buque tanque a la refinería de La Pampilla, en el norte de la costa de Lima.
Añadió que “no es la primera vez que Repsol hace esto con el país”, alusión a decenas de infracciones ambientales cometidas por la empresa española, entre ellas un derrame de menor volumen y características similares, en 2013.
“Al igual que a ustedes les duele, a mí también me duele ver cómo se contamina, cómo se hace lo que se quiere y al final no se dice nada», expresó el mandatario en un encuentro con pescadores perjudicados por el derrame, en una de las casi 20 playas afectadas.
Comentó que si la contaminación hubiera sido responsabilidad del Gobierno o de pescadores, los medios de prensa le darían mucho mayor destaque al mayor desastre ambiental petrolero ocurrido en el país.
Criticó a los medios de prensa que soslayan sucesos como el derrame cuando se trata de responsabilidad empresarial.
Más adelante llamó a la participación popular en las decisiones nacionales y señaló que al pueblo no se le puede amordazar y que “por nuestra parte no va ninguna ley, ninguna norma que amordace a nuestro pueblo, menos a nuestros trabajadores”.
Castillo pareció aludir así al rechazo de su administración a una reciente ley aprobada pese a objeciones del Ejecutivo, que somete los referendos constitucionales a la aprobación previa del Congreso opositor, para bloquear el proyecto gubernamental y de diversos sectores, de una consulta sobre la pertinencia de una asamblea constituyente
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