El dirigente consideró que la vulneración del orden constitucional en el país africano “se inscribe en una sucesión de golpes militares extremadamente preocupantes, en un momento en que la región (del Sahel) debe tener una prioridad que es la lucha contra el terrorismo islamista”.
Al tiempo recordó que el presidente depuesto, Roch Marc Christian Kaboré, “había sido elegido democráticamente por su pueblo en dos ocasiones”, y señaló que de acuerdo a la información recibida “su integridad física no estaba amenazada”.
Macron declaró estar en contacto y mantener conversaciones “con los dirigentes de la región”, al tiempo que se posicionó “muy claramente” del lado “de la organización regional, la Cedeao (Comunidad Económica de los Estados de África Occidental), para condenar este golpe militar”, dijo.
Soldados uniformados anunciaron la víspera en la televisión pública de Burkina Faso que habían tomado el poder en el país y destituido al presidente Kaboré, mientras el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos pidió hoy la “liberación inmediata” del presidente “así como de otros altos funcionarios que han sido detenidos”.
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