El reciente reclamo responde al otorgamiento mediante decreto presidencial de más de ocho mil 600 hectáreas de tierras agrícolas para establecer la Zona Franca Agroindustrial de Savane Diane, que producirá el edulcorante stevia para la trasnacional Coca Cola.
Además de los movimientos campesinos, organizaciones sociales y feministas advirtieron que la decisión del Ejecutivo agrava la situación de decenas de miles de familias que trabajan por la soberanía alimentaria, a pesar de la ausencia del Estado en la definición de políticas, asuntos sociales y ambientales favorables al desarrollo de la agricultura agroecológica.
‘Después de Duvalier, los campesinos fueron víctimas de varias masacres, la más famosa de las cuales es la de Jean-Rabel, el 23 de julio de 1987. Durante el año 2020, el acaparamiento de tierras campesinas, que se llevó a cabo se intensificó, tomó mucho formas más violentas’, señaló Chavannes Jean Baptiste, líder social a cargo del Movimiento Popular Peyizan (MPP).
Jean Baptiste aseguró que las acciones del Gobierno buscan eliminar la agricultura campesina en Haití, en beneficio de las industrias de este sector y el desarrollo de la minería.
El dirigente campesino también anunció que pusieron en marcha un plan de acción inmediato contra el acaparamiento de tierras en el territorio nacional, con movilizaciones dirigidas a frenar las acciones de usurpación.
Ya a finales del año pasado la Plataforma Haitiana para el Desarrollo Alternativo advirtió que el país se juega su futuro económico y denunció la política de agresión, por la fuerza y la violencia, contra las campesinas y campesinos, en varios departamentos, en particular en Norte y Noreste.
‘El objetivo de esta política anticampesina es transferir las tierras a empresas transnacionales, para continuar saqueando el país’, dijo el economista Camille Chalmers.
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