El viernes último, tras dos años de diálogo, el Gobierno de Alberto Fernández llegó a un entendimiento con el FMI para refinanciar la deuda tomada en préstamo por su antecesor, Mauricio Macri, consistente en casi 45 mil millones de dólares, lo cual generó desacuerdo en ciertos sectores.
En un comunicado, el hijo de la vicepresidenta Cristina Fernández y el fallecido exmandatario Néstor Kirchner, señaló que no comparte la estrategia utilizada y mucho menos los resultados obtenidos en la negociación con el organismo financiero «llevada adelante exclusivamente por el gabinete económico y el grupo negociador que responde y cuenta con la absoluta confianza del presidente», dijo.
«Permaneceré dentro del bloque para facilitar la tarea del presidente y su entorno. Es mejor dar un paso al costado para que, de esa manera, él pueda elegir a alguien que crea en este programa del Fondo Monetario Internacional, no sólo en lo inmediato sino también mirando más allá del 10 de diciembre del 2023», subrayó Kirchner.
El hasta ahora jefe del bloque oficialista en la cámara Baja, agregó que para algunos, señalar y proponer corregir los errores y abusos del FMI que nunca perjudican al organismo y su burocracia, es una irresponsabilidad.
Para mí, dijo, lo irracional e inhumano, es no hacerlo. «Al fin y al cabo, el FMI demuestra que lo importante no son las razones ya que sólo se trata de fuerza. Quizás su nombre debiera ser Fuerza Monetaria Internacional y como veo que siempre se interesan por los gastos, podrían ahorrar en economistas caros ya que para hacer lo que hacen sólo basta con gente que sepa apretar prometiendo el infierno si no se hace lo que ellos quieren».
Asimismo, resaltó que no busca señalar a quienes acompañan de manera crítica o festejan el acuerdo que fue anunciado el viernes último.
Sería más que incorrecto aferrarse a la presidencia del bloque (en Diputados) cuando no se puede acompañar un proyecto de una centralidad tan decisiva en términos del presente y los años que vendrán, acotó.
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