Colombo se puso en contacto con India, Pakistán, Nepal y Bangladesh, los países de la región con derecho a voto en ese organismo intergubernamental de las Naciones Unidas, para obtener apoyo contra esa nueva resolución, que considera una medida política e injerencia en los asuntos internos, reflejó el periódico Daily News.
Recientemente, el canciller esrilankés, Dinesh Gunawardena, rechazó ese intento que considera lesivo contra su país en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU por estar basado ‘en cifras, hechos y argumentos falsos’, dijo.
Sri Lanka es un país abierto al mundo que practica la amistad internacional y siempre ha tenido un fuerte compromiso con los principios del Movimiento No Alineado, afirmó Gunawardena en entrevista con Prensa Latina.
Alertó que algunas fuerzas hegemónicas de Occidente están confabuladas en una conspiración contra su nación, sin fundamento alguno por meros motivos políticos.
Fuentes diplomáticas refirieron que se trata de Estados Unidos, Reino Unido y Alemania en particular, cuyos gobiernos están detrás de la resolución contra Colombo y ejercen fuertes presiones para que se apruebe el borrador en votación prevista para este lunes.
‘Intentan imponer condiciones sobre Sri Lanka que dañan su soberanía, independencia y el progreso que viene logrando para todos sus ciudadanos’, recalcó el ministro de Exteriores al advertir, además, que ‘esas maniobras pueden sentar precedentes peligrosos para otros Estados’, advirtió.
La resolución gira en torno a supuestos crímenes en los días finales de la guerra separatista en 2009 que enfrentó el gobierno de esta isla del océano Índico contra el movimiento de los Tigres Tamiles por la Liberación del Eelam (LTTE, siglas en inglés), un conflicto secesionista que duró tres décadas.
Rememoró que el LTTE fue la única organización terrorista que dio muerte a dos líderes mundiales: un presidente de Sri Lanka en activo y a un ex primer ministro de la India, de manera que llevó la violencia mas allá de las fronteras.
La derrota de los Tigres Tamiles -añadió- garantizó el derecho humano más importante, que es el derecho a la vida de todos los habitantes de Sri Lanka, donde la mayoría de la población es cingalesa (83 por ciento), tamiles (8,9) y los ciudadanos de origen árabe (7,7).
‘Pusimos fin al LTTE y su brutal guerra terrorista sobre el pueblo esrilanqués y el país. Desde entonces hemos alcanzado enormes avances; todos los ciudadanos incluidos los tamiles pueden moverse libremente sin obstáculo alguno y desarrollar cualquier vocación, y eso es lo que la democracia parlamentaria de Sri Lanka ha logrado’, acotó.
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