No obstante esas buenas noticias, se mantendrá el semáforo epidemiológico en amarillo, es decir, en el color de bajo contagio y poca hospitalización, aunque técnicamente podría pasar al verde.
Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno, fue del criterio que lo más importante es que la tendencia va a la baja se pueda mantener y para ello ayudará el hecho de que se cuenta con alrededor de 40 por ciento de la población vacunada con su dosis de refuerzo.
La secretaria de Salud, Oliva López Arellano, indicó a su vez que todos los indicadores apuntan a que el descenso de la cuarta ola que provocó la variante Ómicron será consistente, tanto en positividad como en hospitalizaciones y recientemente en defunciones.
El director general de Gobierno de la Agencia Digital de Innovación Pública, Eduardo Clark, detalló que permanecen hospitalizadas dos mil 292 personas, de las cuales 532 requieren ventilador mecánico, con reducción de 176 pacientes en los últimos cinco días.
Sobre los casos positivos, señaló que el pico más alto en la cuarta ola fue el 17 de enero, cuando se identificaron ocho mil casos, mientras al último corte se reportaron tres mil 800, lo que significa una reducción de 51 por ciento. “Esto es mucho más rápido que las caídas en otras etapas de la pandemia”.
Dijo que la disminución también se refleja en la positividad, que ha pasado de 37 por ciento, que fue el máximo, a 25. Los ingresos hospitalarios también tienen ya un punto muy claro de cambio de tendencia.
Nuestro máximo, en este caso, llegó el 25 de enero y desde entonces, ya casi 10 días, tenemos una reducción de cerca de 30 por ciento.
Comentó que el comportamiento de la variante Ómicron en la capital fue similar al de otras ciudades del mundo, de acuerdo con la supervisión del crecimiento y descenso de casos, pero la diferencia ocurrió en las hospitalizaciones.
Nueva York, que tiene una población ligeramente menor que Ciudad de México, 8,4 millones de personas y vacunados con esquema completo de 86 por ciento, llegó a casi siete mil camas ocupadas, comparó.
La ciudad de Londres, con 8,9 millones de personas y una tasa de vacunación de 82 por ciento, tres mil 537 camas, mientras que la Ciudad de México, con una tasa de vacunación de 96 por ciento y 9,2 millones de personas, una ocupación hospitalaria de dos mil 468.
Indicó que la urbe tiene 10 por ciento adicional de población vacunada, lo que hace la diferencia para evitar una propagación mayor de casos graves e incluso de defunciones, pues se han registrado 17,5 por ciento menos que hace un año.
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