Según cifras oficiales, 17 por ciento de los 17 mil 525 inmuebles de enseñanza en el país centroamericano no poseen acceso al agua, ni siquiera mediante servicio público, ríos o pozos, como ocurre frecuentemente en varios municipios.
En este sentido, siete de cada 10 colegios no cuentan con almacenamiento del líquido como tanques o barriles; más de 700 instituciones solo reciben ese servicio una vez a la semana y cerca de dos mil tienen acceso al mismo apenas dos veces en igual periodo.
El asesor educativo de la Asociación para una Sociedad más Justa, Dennis Cáceres, aseguró que, de los cerca de 18 mil planteles, 12 mil pueden retornar a las clases presenciales, y orientó a las escuelas la implementación de medidas preventivas contra la Covid-19.
Por otro lado, 914 instituciones de enseñanza pública no incorporan lavamanos; tres de cada 10 no emplean un sistema de tratamientos de aguas residuales, cinco acceden mediante fosas sépticas y dos mil 221 tratan los desechos a través del alcantarillado público.
Sumado a ello, tres mil 200 espacios de formación recibieron una calificación de cero a 30 por ciento respecto a su infraestructura, catalogada de desfavorable, alarmante y en condiciones de reparación; mientras en nueve mil 732 la construcción es regular.
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