En un comunicado, el Clajud señala que tras el caso de Luis Inácio Lula Da Silva, en Brasil, luego de que sus condenas fueran anuladas en días recientes, espera que esa misma línea pueda expandirse para terminar con las persecuciones judiciales.
Asimismo ejemplifica cómo uno de sus miembros fundadores del Grupo, el exdiputado chileno Marco Enríquez-Ominami, ‘ha sido una de las muchas víctimas de la acción política y tiránica de persecución que se ha registrado en América Latina contra líderes que han debido enfrentar procesos penales’.
El Consejo agrega que desde hace algunos años se ha desarrollado una técnica para perseguir a líderes progresistas e impedirles intervenir en la política, como forma de controlar la participación democrática.
‘Esto no puede suceder más. Ni en Chile, ni en Ecuador, ni en Brasil’, subraya el Clajud, tras rechazar cualquier acto contrario a la presunción de inocencia y al debido proceso e instar a respetar el derecho a una protección mínima jurídica y política de Estado.
En el texto, firmado por personalidades como el exsenador brasileño Aloizio Mercadante o el juez español Baltazar Garzón, los integrantes del Consejo exigieron además que se restablezcan los derechos políticos para elegir y ser elegido.
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