Este fin de semana, el presidente boliviano Luis Arce anunció que ese yacimiento tiene un potencial de producción de tres millones de metros cúbicos diarios, lo que pone a la nación en condiciones favorables en medio de una caída de la extracción de hidrocarburos para cumplir sus compromisos con territorios vecinos.
Denominado Margarita 10, el nuevo pozo se localiza en el sur boliviano y es operado por la compañía española Repsol junto con la estatal boliviana YPFB, las cuales prevén un ingreso anual de 260 millones de dólares.
YPFB y Repsol hacen sus mayores esfuerzos para poner a disposición de los mercados esta producción en el menor tiempo posible, anunció el presidente de la petrolera boliviana, Armin Dorgathen, en un comunicado.
La producción gasífera de Bolivia cayó en 2021 a unos 45 millones de metros cúbicos por día, desde los 61 millones en 2014, según datos del Ministerio de Hidrocarburos.
El gas natural ha sido el principal rubro exportable boliviano en los últimos 20 años, con Brasil y Argentina como sus principales destinos.
Bolivia necesita 20 millones de metros cúbicos por día para vender a Brasil y 14 millones para el mercado interno, el resto se despacha a Argentina.
El presidente Arce afirmó que este nuevo yacimiento fortalecerá las capacidades de inversión del Estado en áreas como salud, educación y reactivación económica, y que su explotación también mejorará los ingresos por el Impuesto Directo a los Hidrocarburos con beneficios para los gobiernos autónomos.
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