Ese formato, activado en 1991, sirve para concertar posiciones comunes en cuestiones de cooperación, según el vice portavoz del ejecutivo germano, Christiane Hoffmann, y la cita ocurre cuando las tres naciones asumen puestos de liderazgo a nivel internacional.
Alemania preside el G7 en este primer semestre del año, Francia está al frente del Consejo de la Unión Europea y Polonia encabeza la Organización para la Seguridad y la Cooperación regional.
Scholz acudirá a la cita tras reunirse la víspera con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, como parte de su primera visita a la nación norteña desde su investidura.
Macron, de su lado, regresó de Rusia donde conversó con su homólogo Vladímir Putin, y la ministra germana de Relaciones Exteriores, Annalena Baerbock, retornó de Ucrania, país que visitó por tercera vez en tres semanas.
Políticos y medios de comunicación occidentales se hacen eco por estos días de acusaciones relativas a una supuesta invasión por parte de Moscú a territorio ucraniano.
En tanto el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov, manifestó que tales reportes son infundados y buscan escalar la tensión en la región, al tiempo que subrayó que su país no representa amenaza para nadie.
Peskov no descartó la posibilidad de provocaciones desde occidente para justificar tales declaraciones y advirtió que los intentos de resolver el problema en el sureste de Ucrania por la fuerza tendrían graves consecuencias.
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