El análisis se suscita porque el Congreso votará en esta jornada la urgencia de un proyecto de ley que facilite la liberación de plaguicidas en el país.
Según el columnista del diario O Globo Bernardo Melo, mientras la bancada ruralista defiende “con uñas y dientes” esta propuesta, ambientalistas afirman que la aprobación indiscriminada de pesticidas puede representar un riesgo para la salud de los agricultores y consumidores de alimentos.
En este contexto, Melo subrayó que el gobierno de Bolsonaro es «lento para aprobar vacunas y rápido para liberar pesticidas».
Agregó que el proyecto de ley crea una vía expresa para el registro de productos, y pasa a centrarse en el ministerio del ramo.
El columnista precisó que el texto del diputado Luiz Nishimori (PL-PR) quiere incluso cambiar la forma en que la legislación se refiere a los plaguicidas, los cuales vendrían a llamarse «pesticidas» pues según el ponente ello evitaría la «connotación despectiva con la opinión pública».
Sin cambiar las reglas, Brasil sobresale por récords en la liberación de sustancias químicas para la agroindustria, y solo en 2021 se aprobaron 562 pesticidas, según una encuesta G1 citada por Melo.
En esa línea la votación de hoy en el Congreso apunta a flexibilizar lo legislado para el empleo de dichas sustancias, así como abrir el mercado a otras nuevas.
La propuesta es calificada por la oposición como poison pack o “paquete veneno” por su previsible impacto negativo, y es impulsada por una comisión especial, en su mayoría compuesta por diputados afines a la agroindustria.
Prevé además transformar al Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento en el principal organismo responsable del registro de plaguicidas.
oda/dla