El funcionario estadounidense llegó acompañado del embajador de su país, Ken Salazar. Antes se presentaron en el palacio los secretarios de Relaciones Exteriores y de Medio Ambiente, respectivamente, Marcelo Ebrard y María Luisa Albores.
Una escueta nota de prensa señala que el propósito del encuentro se enmarca en resolver las diferencias que existan, en torno al debate de las energías limpias.
Por su parte, el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, explicó a los medios de comunicación que no hubo reclamos en materia energética y destacó el entendimiento en seguridad entre ambas naciones que buscan replicar en cuestiones de medio ambiente.
Anunció que en su momento la cancillería dará a conocer un comunicado oficial de la reunión, y adelantó que se podría crear un grupo de trabajo en conjunto para temas energéticos.
Calificó la reunión de diálogo franco, y reveló que el gobierno mexicano propuso muchos aspectos en los temas energéticos. Fue un encuentro en el que cada quién dio sus puntos de vista, señaló.
Asimismo, destacó que las principales preocupaciones del diplomático estadounidense versaron sobre las energías limpias, la electromovilidad, así como aumentar la producción de energía que “no consuma combustible fósil”.
Ante tales expresiones, dijo que la discusión fue más allá de eso, puesto se planteó cómo podrían mejorar ambas naciones su desarrollo de energía renovable.
El enviado especial para el clima de la administración de Joe Biden explicó las reuniones que se están entablando responden al deseo de Estados Unidos de trabajar con México, específicamente en la transición al mercado eléctrico.
Indicó que desea apoyar al gobierno de López Obrador en el periodo de transición de algunas reformas importantes, como la que involucra a toda la materia eléctrica.
Sé que el presidente ha comenzado a hacer unas reformas que son importantes para él y para su país, señaló el visitante.
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