En conferencia de prensa conjunta con el canciller federal alemán, Olaf Scholz, tras conversaciones oficiales de más de tres horas en el Kremlin, el mandatario ruso advirtió que, desafortunadamente, Moscú no recibió una respuesta sustantiva y constructiva a sus propuestas.
Aseguró que las respuestas de Estados Unidos y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) a las iniciativas rusas incluyen puntos que su Gobierno puede discutir, pero apuntó que Moscú solo las considerará junto con otras cuestiones fundamentales que son de máxima prioridad para esta nación.
El jefe de Estado indicó que Occidente ignoró las principales preocupaciones de su país en sus respuestas a las propuestas sobre garantías de seguridad.
Refiriéndose a las amenazas de guerra en Europa, recordó que la OTAN ya desencadenó una, con el bombardeo a la antigua Yugoslavia.
“Pero nosotros no queremos empezar una guerra”, subrayó.
Sin embargo, aclaró que Moscú no puede hacer la vista gorda a la libre interpretación del principio de indivisibilidad de la seguridad, lo cual está incluido y consagrado en muchos documentos comunes europeos por parte de Washington y la Alianza Atlántica.
Dijo que ambas partes “interpretan con bastante libertad y a su favor los principios clave de la seguridad igual e indivisible”, el mandato según el cual la libertad de elegir alianzas queda limitada por la necesidad de evitar que algunos países fomenten su seguridad a costa de la de los demás.
En el intercambio con los periodistas, el Canciller Federal de Alemania consideró como una buena señal la información ofrecida este martes sobre la retirada de parte de las tropas rusas a sus bases permanentes tras realizar ejercicios, y manifestó su esperanza de que esa tendencia continúe.
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