La principal organización agroalimentaria italiana, con cerca de dos millones de afiliados destacó los daños de la “situación insostenible” por el alza de los precios energéticos, que pone en riesgo el suministro de alimentos y, con ellos, la soberanía alimentaria del país.
El análisis de Coldiretti parte de una encuesta de la propia entidad con el Instituto Ixe, encargado de estudios de empresas y mercados, y realizada a propósito de la movilización hoy de decenas de miles de ganaderos y agricultores por toda Italia ante las subidas de los precios de la energía.
La organización comentó desde su sitio web, sobre el impacto devastador en la cadena de suministro, del campo a la mesa, en momentos en que la pandemia de la Covid-19 abre un escenario de acaparamiento, especulación y aumento de los precios de los bienes de primera necesidad.
Argumentó, además, que el recorte de cosechas, ante aumento de los costos de producción, induce a mayor dependencia del exterior para suministros agroalimentarios.
Recordó en tal sentido que Italia, está obligada ya a importar el 64 por ciento del grano para pan, el 44 por ciento para la pasta, entre otros importantes rubros como la leche (16 por ciento); carne de vacuno (49) y de cerdo (38), entre otros.
Comentó asimismo que, si los precios para las familias corren, las compensaciones que se pagan a los agricultores y ganaderos tampoco pueden cubrir los costos de producción con los consecuentes daños a los presupuestos de las empresas agrícolas obligadas a vender por debajo del costo.
Ilustró en su comentario Coldiretti, a partir de datos del Instituto de Servicios para el Mercado Agroalimentario (Ismea) que, por cada euro gastado por los consumidores en productos alimenticios frescos y procesados, solo 15 céntimos van en promedio a los agricultores.
De considerarse los productos procesados, la remuneración en el campo incluso baja a solo seis céntimos, sostuvo y calificó de dolorosa paradoja para quienes hasta ahora nunca han dejado de trabajar, incluso durante la pandemia.
Para el presidente de Coldiretti, Ettore Prandini, es necesaria una acción contundente capaz de contener la factura energética en el campo y garantizar la continuidad de la producción agrícola y alimentaria.
Solicitó en tal sentido lograr la mayor recaudación del impuesto sobre el valor añadido (IVA) proveniente del aumento de los precios al consumidor a apoyar negocios agropecuarios que representan el eslabón más débil de la cadena productiva.
También creyó necesario emprender con determinación acuerdos entre agricultura, industria y distribución para asegurar un reparto más equitativo del valor para salvar granjas y establos.
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