«El enemigo sabe que nuestro programa nuclear es pacífico y no quiere que la nación iraní logre este gran y significativo progreso científico», puntualizó.
Jamenei remarcó que la Revolución Islámica de Irán triunfó gracias a la presencia del pueblo y la fuerza de los ciudadanos, no por la fortaleza de sus armas.
Precisó que los enemigos de Irán buscan privarles del uso de la energía nuclear pacífica y que quienes adversan al país de los persas se basan intentan separar al pueblo del sistema.
Para tales fines emplean, dijo Jamanei, la presión económica, con políticas de sanciones y también se valen de mentiras a través de los medios masivos de comunicación.
En ese sentido, llamó a las fuerzas jóvenes del país a oponerse y combatir con argumentos iraníes esas dos tendencias: la hostilidad económica y la hostilidad mediática.
La divisa de la Revolución Islámica consiste en plantar cara a las potencias arrogantes, quienes hablan de capitular ante la arrogancia y rendirse a EEUU no pueden ser leales a la Revolución y sus objetivos, remarcó el líder persa.
Esas declaraciones de Jamenei trascendieron en ocasión del aniversario del levantamiento histórico del pueblo de la ciudad de Tabriz, perteneciente a la provincia de Azerbaiyán Oriental, que tuvo lugar el 18 de febrero de 1978.
Sobre los pobladores de la región Jamenei, elogió la unidad y la resistencia de los tabricíes a lo largo de la historia.
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