Joseph, quien fungió como primer ministro tras la renuncia de su antecesor Joseph Jouthe en abril de 2020, y hasta poco después del asesinato del presidente Jovenel Moïse, señaló a la prensa que otros exfuncionarios tienen policías asignados para la seguridad.
El otrora canciller mantiene un duro discurso contra el jefe de Gobierno, a quien acusa de entorpecer la investigación del magnicidio, y poco después de ser despedido del cargo anunció su paso a la oposición.
A mediados de este mes, escribió a la alta comisionada de Naciones Unidas para los derechos humanos, Michele Bachelet, para llamar su atención sobre las denuncias de la supuesta participación de Henry en el asesinato de Moïse.
En la misiva firmada también por el exministro de Justicia Rockefeller Vincent y el excomisionado de Gobierno Bed-Ford Claude, sostuvieron que el poco avance de la investigación se debe a una “manifiesta falta de voluntad y un claro bloqueo de las acciones del gobierno de turno encabezado por el señor Ariel Henry”, aseguraron.
“Él mismo está vinculado directa e indiscutiblemente a uno de los principales sospechosos de este crimen, el señor Joseph Félix Badio”, indicaron en la carta.
Henry desestimó recientemente su implicación en el crimen, y se comprometió con llevar adelante la pesquisa y procesar a los culpables.
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