Por medio de su cuenta en Twitter, el periódico responsabilizó a la Fiscalía General de la Nación de la seguridad de los miembros de ese diario especializado en investigar crímenes y delitos cometidos desde el poder público y de funcionarios que ejercen desde las instituciones del Estado.
Aunque Martínez salió ileso debido a que sus dos escoltas repelieron el ataque con sus armas, se trata de uno entre muchos atemtados, amenazas y montajes judiciales contra este periódico.
Gonzalo Guillén, fundador y director del medio, subrayó que los policías llegaron con una hora de retraso al lugar del hecho y no cumplieron con su deber de inspeccionar el lugar, lo que constituye un delito más cometido contra Martínez.
Precisó que el ataque fue cometido en el sector de Salitre por parte de sicarios armados que llegaron en un taxi a atacar su camioneta.
Diversas personalidades rechazan este atentado, entre ellas editor, columnista y consultor Diego A. Santos quien señaló por medio de su cuenta en Twitter que el ataque contra el periodista Julián Martínez, en plena capital, es un regreso al terror de las décadas de los 80 y de los 90.
Asimismo, el senador Gustavo Bolívar recordó que Martínez Junto a Guillén, denunció la Ñeñepolítica, escándalo de presunta compra de votos para la campaña presidencial del 2018 del actual presidente de Colombia, Iván Duque, con el ganadero y narcotraficante colombiano José Guillermo Hernández, conocido como el «Ñeñe Hernández».
Martínez también investigó un caso de corrupción en el que señaló al denominado «clan Cotes» de la costa atlántica en una presunta defraudación de los recursos de la salud pública en el departamento de Magdalena.
Publicó en 2016 «ChuzaDAS: ocho años de espionaje y barbarie», una investigación sobre interceptaciones ilegales realizadas por el desmontado Departamento Administrativo de Seguridad durante el periodo presidencial de Álvaro Uribe Vélez (2002-2010).
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