La decisión adoptada por unanimidad por el Comité de Política Monetaria del ente financiero tuvo en cuenta situaciones en el escenario internacional, regional y local.
Entre ellas resaltan las moderaciones de las curvas de contagios de la Covid-19 durante febrero, asociadas a la variante Ómicron, así como también la disminución de los niveles de hospitalizaciones.
En relación al ámbito nacional el banco consideró que la situación sanitaria mejoró significativamente, lo cual ayudaría a consolidar la recuperación del sector servicios.
No obstante, precisó, el impacto de la sequía sobre la agricultura y sectores vinculados incidiría sobre las proyecciones del Producto Interno Bruto para 2022.
Indicó que la inflación mensual de enero fue 1,5 por ciento, explicada principalmente por el aumento de los precios de algunos alimentos (especialmente los componentes volátiles) y de los combustibles.
El incremento del precio del petróleo y de otros commodities internacionales, así como factores climáticos adversos, podrían influir en la dinámica de los precios locales, señaló.
Sin embargo, apuntó, se espera que la incidencia de las citadas variables vaya aminorando a partir del segundo semestre de 2022.
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