En declaraciones al Canal Uno de la televisión nacional, la diplomática refirió que pudieran catalogarse como “locos violentos” a quienes han tomado el poder y los micrófonos en los países occidentales, y apuestan por culpar a Rusia de todos los desmanes del mundo.
“Estas son personas que no poseen ningún conocimiento, no conocen los hechos, no solo sobre el mundo, sino incluso sobre su propio Estado, que no distinguen las fronteras de un Estado de otro simplemente por ignorancia, y no por alguna razón política”, agregó Zajárova.
En ese sentido, fue enfática al destacar que las relaciones entre Rusia y las naciones de Occidente se han acercado a la línea, después de la cual comienza el punto de no retorno.
La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores recalcó que Estados Unidos y sus aliados ofrecen a la parte rusa no un diálogo o contactos puntuales para evitar la degradación de las relaciones bilaterales, sino un monólogo lleno de enseñanzas «desde la posición de los que se denominan fuertes y avanzados”.
Asimismo, subrayó que la retórica de Occidente no está dirigida a normalizar las relaciones, sino que ellos lamentan no haber logrado imponer a la nación euroasiática su idea de que son exclusivos y tienen derecho a hablar con Moscú como «con su propia colonia».
En medio de las tensiones entre Rusia y Ucrania, la Unión Europea, Estados Unidos y el resto de sus aliados occidentales en vez de hacer voces y tomar acciones diplomáticas para frenar el conflicto, siguen recrudeciendo las sanciones económicas contra Moscú.
Lo que pudiera parecer contradictorio es cómo sin importarles que las medidas aislacionistas constituyan un autobloqueo para la comunidad europea, al privarse del gas ruso del cual depende buena parte de su energía, en aras de complacer a Washington
Frente a esas presiones el presidente Vladimir Putin ha dejado claro que no cederá en sus exigencias y ha prometido que “los intereses y la seguridad” de sus ciudadanos “no son negociables”. mem/odf