Las principales razones de este problema son la caída del poder adquisitivo de los salarios, el desempleo e informalidad, la inflación y el mal manejo de la economía por parte del gobierno de Jair Bolsonaro, según el estudio citado por el portal Brasil de Fato. El escenario anticipa que la esperada recuperación económica del país deberá enfrentar la necesidad de recuperar los ingresos de las familias y retomar su capacidad de honrar compromisos, de acuerdo con el informe apoyado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo.
El trabajo también sugiere la acción urgente y eficaz del gobierno en un intento de reubicar a estos consumidores en el mercado como una forma de mitigar los efectos del sobreendeudamiento.
Por otro lado, la Encuesta de Deuda y Morosidad del Consumidor da cuenta que tres de cada cuatro familias brasileñas (75,6 por ciento) estaban endeudadas en diciembre último.
El desglose publicado recientemente por la Confederación Nacional de Comercio de Bienes, Servicios y Turismo, indicó que es el porcentaje más alto registrado desde enero de 2010.
Al menos una cuarta parte de las familias (26,1 por ciento) están endeudadas o con cuentas vencidas y uno de cada 10 dice que no puede pagar sus deudas.
Según la encuesta, el 14,8 por ciento de las familias están “muy endeudadas”, otro 27,3 por ciento “más o menos endeudados”, mientras que los “poco endeudados” son el 33,5%.
Solo el 24,4 por ciento dice no estar endeudado a ningún nivel.
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